![]() Actualmente, mucha información llega a nosotros, bien sea por algunos conocidos, profesionales de la salud e internet, sobre dietas sanas y saludables que nos ayudan a cuidar nuestra salud, a alimentarnos según las necesidades de nuestro cuerpo o incluso a “cumplir nuestras metas personales”. Pero, ¿Cuál es el objetivo de fondo en cada una de estas aseveraciones? Bueno, aunque mucha de esta información lo que pretende es hacer publicidad o marketing, hay también un ideal de educar a las personas sobre una forma de alimentación más sana; que promueve el consumo de alimentos naturales, evitando el exceso de alimentos ricos en grasas o azúcares y creando conciencia sobre la prevención de enfermedades desde una dieta más saludable y balanceada. Aun así, todavía nos encontramos con ciertas dificultades a la hora de decidir qué comer que resulte saludable para nuestro cuerpo. Y es justamente por el creciente aumento del mercado de los alimentos y la cada vez más diversa oferta de productos que brindan más alternativas haciendo difícil la cuestión a la hora de decidir. Es así como para hacer frente a la ola de publicidad y mercadeo que nos rodea, que debemos entender ciertos conceptos que nos ayuden en la tarea de elegir los alimentos adecuados. Lo primero es entender que es un alimento. Alimento es todo producto natural o elaborado que puede ser ingerido y digerido, apto y agradable al consumo y constituido por una mezcla de nutrientes. Los nutrientes son sustancias químicas contenidas en los alimentos que se necesitan para el funcionamiento normal del organismo y se dividen en seis grupos básicos: proteínas, carbohidratos, grasas, minerales, vitaminas y agua. Sin embargo, cuándo vamos al supermercado lo que encontramos en los estantes son alimentos y no nutrientes; y la tendencia suele ser elegir las compras de acuerdo a la mejor relación precio/cantidad del producto, centrando así la elección en “mejores” alimentos, más que en elegir una mejor composición de nutrientes que sean adecuados para una dieta equilibrada, pues son precisamente los nutrientes más que los alimentos en donde se debe centrar nuestra atención, ya que éstos son los realmente importantes, aún que simplemente tener algo en nuestro estómago, para el funcionamiento adecuado de nuestro cuerpo. Y es aquí dónde nace al cambio en el paradigma actual de nutrición, pues anteriormente el enfoque nutricional estaba englobado en controlar la cantidad de calorías a consumir y esto era establecido básicamente según el contenido de azúcares y grasas en los alimentos. Esta perspectiva conducía a las personas a extremos a la hora de controlar las calorías ingeridas, hasta el punto que dejaban de consumir alimentos saludables, como las frutas, por sus contenidos de azucares. Este enfoque causa una obsesión, a veces casi patológica, de contabilizar las calorías, azúcares y grasas de lo que se ingiere; y no es que tener precaución con las calorías que se consumen esté mal, pero si centrar nuestra alimentación en un número que represente el alimento más que poner la relevancia en los compuestos que estos contienen, tanto nutrientes como no nutrientes, haciendo que se dejen de lado otros compuestos que pueden tener propiedades importantes para nuestra salud. ![]() Y esto no se refiere a los alimentos funcionales (Que es un tema que merece ser tratado aparte) sino de los constituyentes propios y naturales de los alimentos. Por ejemplo, una manzana posee por cada 100g (según la fundación española de la nutrición) aproximadamente 0.3 g de proteína, 12 g de azúcar, algunas trazas de ácidos grasos y una gran cantidad de vitaminas y minerales como son: Vitamina C (10mg) y potasio (120mg). Por lo anterior, sabemos que consumir manzanas es bueno porque posee poca grasa, tiene bajo contenido de azúcar y además posee vitaminas y minerales que necesitamos para el funcionamiento óptimo del organismo. Sin embargo, pocos sabemos que las manzanas además poseen procianidinas compuestos con actividad antioxidante, antialérgica, que evitan el desarrollo de enfermedades como Alzheimer, entre otras funciones positivas para prevenir el desarrollo de patologías. Así, comer manzanas no es sólo bueno por lo que en general se conoce, sino también por su contenido de compuestos no nutrientes que pueden ser útiles para tener una mejor salud. Estos constituyentes alimentarios que no están clasificados como nutrientes, pero que se encuentran de manera originaria en alimentos naturales como semillas, granos, leche, frutas y verduras, son conocidos como compuestos bioactivos y pueden ser digeridos y absorbidos por el intestino, metabolizados por nuestras células y se ha encontrado que intervienen en diversas actividades celulares y mecanismos fisiológicos, aportando así efectos benéficos para la salud. Dado lo anterior, es que hoy día nace una nueva industria en los alimentos, la cual intenta adicionar este tipo de compuestos a los productos que se consumen en mayor cantidad o por el contrario buscan aislar estos constituyentes para que puedan ser consumidos como suplementos en nuestra dieta. No obstante, mientras la industria y el mercado de los alimentos se revolucionan y cambian a el nuevo paradigma donde las calorías pasan a un segundo plano y son los nutrientes el foco de atención, es responsabilidad de nosotros como consumidores elegir alimentos que aporten los nutrientes necesarios para obtener energía y además nos provean de compuestos bioactivos que nos ayuden a mantener un estado de salud óptimo para una mejor calidad de vida y por qué no, más longevidad. Así entonces, la recomendación es que, sin exceder las calorías, el factor determinante a la hora de elegir nuestros alimentos sea, éstos que tantos nutrientes y compuestos bioactivos pueden aportar a nuestro organismo. De esta manera comer un poco menos de alimentos pero más ricos en nutrientes esenciales y sustancias no nutrientes es más favorecedor que consumir una cantidad excesiva de un alimento rico solo en algún nutriente (grasas o carbohidratos) pero carente de sustancias no nutrientes benéficas.
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Natalia Areiza.Bióloga. Maestra en Ciencias de la Alimentación y Nutrición Humana. Apasionada por la nutrición y la neurociencia. Actualmente investigo como los alimentos que consumimos nos ayudan a tener una buena en la salud. Archivos
Enero 2020
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